sábado, 13 de abril de 2013

El tendón de Kobe

Cuenta la mitología griega que Aquiles era el más veloz de los hombres. Que era uno de los mejores guerreros que existieron jamás y que estaba "bendecido", que era distinto a los demás. Solamente tenía una debilidad: su talón. A raíz de ahí se acabó su existencia. Si Aquiles fue vital en la guerra de Troya, fundamental estaba siendo Kobe Bryant en la lucha por conseguir el éxito con los Lakers. Paradójico que, no talón pero sí tendón, sea lo que puede apartar definitivamente esta temporada a otro guerrero que todos pensábamos que era inmortal: Kobe Bryant.

Kobe Bryant es de esos jugadores que conforman una constelación. Más que por la semejanza fácil con la palabra "estrella" (que también), porque él es uno de los planetas que forman parte de la alineación. Porque lo que haga o no haga Kobe influye en el resto de lugares del mundo. Porque es estrella y es mortal. Porque es uno de los mejores jugadores que ha pisado una cancha de baloncesto. Porque Kobe Bryant y baloncesto es algo que debería estar permanentemente unido por el resto de la existencia de vida humana.  Porque el considerado mejor jugador del mundo y él tienen las mayores semejanzas posibles. Porque las situaciones a veces son injustas y caprichosas, el caso es que Kobe Bryant ha dicho adiós a la temporada de la manera más dolorosa. Con una lesión en el tendón de Aquiles y con su equipo al borde de la clasificación hacia los playoff. La lesión en el tendón de Bryant forma parte desde este mismo momento de una de las imágenes en la historia de la liga... y representa las realidades del deporte.

La primera realidad es que nada ni nadie está exento de una lesión en cualquier momento. Un mal golpe, una mala caída en el mejor estado de forma te puede privar de seguir jugando. En el caso de Kobe era aún mayor. En los últimos 5 partidos acumulaba un total de 226 minutos de 240 posibles. Llegada a la barrera de los 34 años y tras otra grave lesión en la que "rejuveneció" 5 años, parece que esto se presenta, tal y como dice él, "una montaña difícil de superar". Parece que en el caso de Kobe fueron los excesivos minutos lo que pudieran haber provocado esto. Y la necesidad imperiosa de clasificarse para playoff y la dependencia de él lo que trajo esos excesivos minutos. En cualquier caso, es durísimo, tal y como vuelve a decir él, que haya jugado esta temporada con dolores, que él y solo él mantuviera a Lakers a flote durante gran parte de la campaña y ahora no pueda estar para el momento decisivo. Es muy duro y muy injusto, ya que gran parte del trabajo lo ha realizado el propio Kobe. No creo que nadie pueda echar nada en cara a Kobe Bryant. Terminaría esta temporada con unas estadísticas brutales para todo lo que ha tenido, tanto en forma de lesión como de contratiempo en el equipo. 

Una importancia tal en un equipo resulta determinante para la evolución del mismo. Los Ángeles Lakers ahora cambian totalmente el papel, si es que tenían alguna opción de variar algo sus objetivos. La noticia positiva es que Dwight Howard y Pau Gasol parecen haber encontrado cierta sincronización en su juego, de tal manera que no se estorben. Los últimos partidos han sido los escuderos perfectos de Kobe para seguir luchando por ese objetivo de los 8 mejores del Oeste. Pero habrá que ver como acaba toda esta historia, porque no es fácil luchar por algo sin el que te ha mantenido ahí hasta ahora. Y, por supuesto, nada es igual para los fans. Tanto de los Lakers como de la NBA. En cuanto al equipo es evidente por qué, pero para todo amante de este deporte no solamente pierde espectáculo, sino competitividad, alicientes, canastas buzz the beater, acciones tan bellas como determinantes y, en definitiva, pierde el juego de uno de los 4 mejores jugadores que hay en la NBA. Este sábado le hacen las pruebas para diagnosticarle el alcance de la lesión, aunque es evidente que su "no puedo andar" clarifica que seguramente esta temporada no le veremos más. 

Como se puede apreciar, Kobe es de esos planetas de los que depende la alineación. Que sin él, la constelación falla. No está bien, no está completa. Y es un derecho que se ha ganado a pulso durante todos los años en la liga. Ni escribiendo un millón de páginas se podrá hacer justicia nunca a lo que es Kobe Bryant para sus fans, para los Lakers, para la NBA y para cualquier amante del baloncesto.

Quiero cerrar con el corazón. Porque es como mejor salen las palabras, y las más honestas además. Me voy a permitir la licencia de tomar una frase de Daniel Llera, director del programa radiofónico "3+1" para acabar: "Es imposible no sentir admiración por Kobe Bryant. Simplemente imposible". Porque él ha dado al baloncesto 17 años de gloria. Porque cualquiera en algún momento de su vida se ha llevado las manos a la cabeza para decir "qué jugón es este Bryant". Porque Andrés Montés realizó su famoso "ratata" hasta 47 veces tras un triple de 9 metros de la estrella angelina en unas Finales de la NBA. Porque ha formado parte de la historia de la mejor liga de baloncesto del mundo. Porque Kobe Bryant es lo más parecido a Michael Jordan sobre una cancha de baloncesto. Sé que esto es un hasta luego de Kobe y todos los que le hemos visto y lo queremos sabemos que volverá. Nuestra gran pregunta es saber cómo. No ha sido su último partido. Él no lo permitiría. Pero quizá esta lesión le haya agotado las opciones de igualar a su homólogo Jordan. No diremos que no vuelva a su nivel, porque eso a el no le gustaría. Simplemente diremos que se le acaba el tiempo, no porque no vuelva a su nivel, sino por el equipo que lo acompañe.

Todo héroe tiene su talón. Qué paradójico que solamente una lesión en el tendón de Aquiles haya parado a una de las mayores estrellas que ha conocido este deporte. 

Parece que estas fueron las últimas palabras post partido en esta temporada de un auténtico luchador. Hasta él es capaz de reír y llorar a la vez ante la prensa.

Mucho ánimo y una pronta recuperación, Kobe Bryant. 






Fotografías: www.marca.com, as.com

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